LUDOVIC LA VIDA ES UN LIVING ROOM, ADEMAS “SANS FRONTIERE”

Es cierto, camino buscando aquellos pasos, que alguna vez dimos, tropezando hasta caer sonrientes y excitados sobre tu mueble, rodeados de gatos y de helechos. Y quizás me equivoque , tratando de recordar cada gota de sudor que brotaba de tu piel, las que ingerí sediento de tus pezones, borbotones salados, resultado de una circulación de sangre hirviente. Aquel largo cabello castaño se convirtió en requisito y llego, hasta "Obsesión" posteriormente. Nuestras conversaciones con los años se volvieron antologías.

- Ludovic me vas a enseñar Francés ¿Verdad Monguito?
- Claro que si monguita

Y aun sin haber aprendido tanto francés, tu boca me enseño a besar rico y en distintos idiomas. Tu indiferencia provocó, además de erecciones, muchos disgustos y todos ajenos, maldita sean el rencor y la revancha.

Y un amargo pasar, es lo que me sucede cada vez que escucho tu nombre en mi mente, eres un “Pop up” que se infla sobre mi cabeza y me sigue caminando. Y aunque ahora es solo un muro, que construyo la distancia, lo único que nos separa. ¿Sería acaso yo, él único capaz de empezar a destruirlo?.

- No tienes que hacerme el amor Ludovic, hoy no, pero por lo que mas quieres amame por la mañana

Y viajaría dejando todo al tiempo, al tiempo que me tomaría coserme en tu cuerpo nuevamente, volverlo cerca y mío, y tocarlo con mis dedos sosteniendo tu respirar agitado, entreverar tu cabello en mis lentes y luego traicionarte y hacerte el amor esa tarde. Te siento entonces, cruzar impregnada del tiempo, y sin intenciones de querer ser borrada.

- ¿Porqué hemos regresado?, si al final, jamás terminaras el capítulo II del “Sans Frontiere”, y yo, ahora solo puedo con el inglés.