LA CASA EN MARANGA

Y sus pasos presurosos, van aterrorizando hormigas. El sonido que logran sus zapatos al contacto del suelo, sacan espinas, por eso Mamá le ha dicho que levante los pies, pero él esta recién aprendiendo, y yo le dejo hacer ruido y no le corrijo, aunque el sonido rasposo del cemento me ponga los ojos chinos, quiero que salte. que estire. que sea el terror de esos bichos que alarmados disparan por todas direcciones en defensa de su vida, quiero que tumbe cerros de hormigas y desalmado, pero mas que todo, quiero que sea él.

En casa somos cuatro, y entre ellos este tan terrible que a comparación de mi apacible hermana Karen Karla, a la que tratamos de pronunciar todos sus nombres completos, con la intención de llenarla de propiedad a temprana edad, es un ángel. A tanto hijo varón Mama tuvo su muñequita, y nosotros a la hermana que habrá que proteger después.

Vivimos en San miguel, cuando mis padres y yo llegamos, aun Ivan, el segundo de mis hermanos en brazos, este lugar solo eran lotes baldíos, aun con el olor a tierra húmeda en el ambiente. A lo lejos se podían ver las figuras de ganado que hacían pensar que siempre estaríamos rodeados de un campo hermoso. Ahora esta todo urbanizado, lleno de parques, jardines y muchas casas forman ahora nuestro barrio, nos rodean calles que son nombre difíciles de pronunciar para algunos que recién llegan, pero que nosotros sabemos de memoria; Quiquijana, Taquitahuna, Lautaru o Chachani. Todos mis amigos viven en Taquitahuana, somos de la misma edad y nuestros padres de la misma generación, pero es raro, ninguno es así de amigos como lo somos nosotros.

Dejare al pequeño Tin dormir con sus zapatitos puestos, despertara y quizás el frío le haga mal, al sentirlo helado, cubriré a Ivan que duerme envuelto entre sus piernas, y besare a mi hermanita en la frente para que piense en sueños que es Papá, iré a lado de Mami a decirle que soy feliz, feliz de tenerlos a ellos; a mis hermanos, a ella, a Papá, de mi barrio, de mis amigos, y esperare a ver esa vecindad que por televisión me divierte tanto.

¿ME ESTARE PONIENDO VIEJO?, ADEMAS LUDOVIC TREMENDO ROMANTICO NEW WAVE UN TANTO POP

Y si después de bailar, sí, allí mismo, en vez de las gracias me das una de esas miradas extrañas, te juro que “Me muero” sí ahí mismo, donde justo comienza este tema de “The Human League”. Todo lo tengo “Casi” bajo control, si hasta repetir el paso con el puño apretado, me sale ya sin el pujo en el rostro. El extender de los brazos va en elevación y con ritmo; y claro los hombros y las caderas también.

Aun tenues, tomando cuerpo entre el humo, se van construyendo las figuras de aquellos chicos que viven del otro lado del barrio, que se matan haciendo “The Robot”, y tu sentencias con antología “That’s so early 80's” sonando de lo mas “Villa María High School”. Pero bueno, no es momento de hablarte has comenzado a bailar lindo, el ritmo entro en tu cuerpo y a todos solos nos queda mirarte. Claro que yo luzco despreocupado, y cruzo miradas como quien busca ya otra pareja para la próxima canción, mi mirada es tediosa, y según yo, muy occidental. Pero por dentro ruego “Dios, que no sea una lenta por favor”.

Dos canciones ya, y sigo bailando con la misma chica, esto se lo debo a “Nena” y sus 99 Luftballons, aunque no hay que confiarse, que en tres minutos bailando no se asegura uno los numeros de teléfono, y quien sabe, seguro y uno de esos galifardos al acecho, y de paso mas guapos que tu se preguntaran, como alguien como yo la tiene a esta flaca, bien a los “99 luftballons”, esta esperando el final de esta canción tan buena, y de la que yo, no entiendo nada.

- Ya nadie respeta nada choche- Me dicen detrás, otra pareja igual de concentrada en seguir bailando, y rogando porque la que venga sea una de “Air supply”.

Pero mirate; sonríes y me miras, realmente estas bailando conmigo, hasta nerviosa te pones cuando me sonrió contigo, se ve colgada de tu frente una frase “Si me dejas para la siguiente canción, te jodiste” en fin, termino, y ahora si, que venga “Temptation”.

- Gracias por sacarme a bailar, te mueves lindo Ludovic
- ¿Como sabes mi nombre?
- Tontito, ¿Ya no te acuerdas de mi?, estudie con tu hermana en el Sagrado Corazón, ven bailemos otra, que el idiota de mi hermano sigue haciendo "The Robot". ¡Ay que pena!
- Deja que se divierta, ¿Natalie? ....(Pucha, ¿Me estaré poniendo viejo?).

SANDRA, SOLAMENTE EXISTES TU

- ¿Mi amor, Como han sido?

Y lo preguntas, enfrascada entre mis brazos. Y te respondo, susurrando con el corazón entregado a lo profundo de tu frente, donde me hundo sobre tus pensamientos, queriendo que conozcas de mi vida toda la verdad. Han sido ojos claros con reflejo oscuro, verde lagunas y celestes como el cielo. Brillantes de mentes y dementes también. De cabellos largos que adoro, y también muy cortos, cuidados, hasta el desorden; rubias de nacimiento, castañas por convicción, cabelleras negras como la noche, y hasta intensas como el Merlot. Han sido despreocupadas, renegonas, algunas ligeras, extremas, y enfermizamente comprensivas. Un tanto ruidosas, algunas recatadas, muchas finas, e indecentes por doquier. Por obsesivo las habido sin tanto recargo en los labios, y con rímel muy rara vez. Han sido impulsivas, deseosas, y muy fuertes. Las ha habido pasivas, tontas, engreídas y egoístas tambien. Las habido solteras, enamoradas, de novias, comprometidas, vírgenes, casi vírgenes y por supuesto por placer. De estatura baja, muy altas, y claro del mismo nivel. De excelentes proporciones, otras veces mucho, y otras veces poco, la mayoria siempre con lo suficiente. De caderas asesinas, con vaivenes espeluznantes, de espaldas como llanuras, y la piel de barro. De labios gruesos, suaves y delgados, de besar imperceptible, y en su momento imborrables, las hubo de sabores, asi como frescas, siempre dulces. Alguna oscura, usualmente palidas y siempre brillantes como el sol. Enmarañadas, deliciosamente afeitadas, de entrepiernas jugosas, y claro oceanos por mi amar. Las han habido elásticas, comodas y hasta un tanto large. Han sido algunas, menos de lo que crees, las indicadas, las necesarias. Sí Sandra, las hubo, las hay, pero tú, con esa forma de imponer la curvatura de tus cejas, con aquella magia que derramas al pasar girando tus muñecas junto con tu cabello, ese largo que me aniquila, me haces perder la cuenta, así alejada de lo lejos que estabas, y para mi ahora tan cerca, lo suficiente para olvidarme de las que hubieron porque Oh amor todas han tenido algo diferente, y tu, lo tienes todo, todo lo que he soñado de una mujer para mi, Sandra, se la última, porque ahora solamente existes tu.