SANDRA, SOLAMENTE EXISTES TU

- ¿Mi amor, Como han sido?

Y lo preguntas, enfrascada entre mis brazos. Y te respondo, susurrando con el corazón entregado a lo profundo de tu frente, donde me hundo sobre tus pensamientos, queriendo que conozcas de mi vida toda la verdad. Han sido ojos claros con reflejo oscuro, verde lagunas y celestes como el cielo. Brillantes de mentes y dementes también. De cabellos largos que adoro, y también muy cortos, cuidados, hasta el desorden; rubias de nacimiento, castañas por convicción, cabelleras negras como la noche, y hasta intensas como el Merlot. Han sido despreocupadas, renegonas, algunas ligeras, extremas, y enfermizamente comprensivas. Un tanto ruidosas, algunas recatadas, muchas finas, e indecentes por doquier. Por obsesivo las habido sin tanto recargo en los labios, y con rímel muy rara vez. Han sido impulsivas, deseosas, y muy fuertes. Las ha habido pasivas, tontas, engreídas y egoístas tambien. Las habido solteras, enamoradas, de novias, comprometidas, vírgenes, casi vírgenes y por supuesto por placer. De estatura baja, muy altas, y claro del mismo nivel. De excelentes proporciones, otras veces mucho, y otras veces poco, la mayoria siempre con lo suficiente. De caderas asesinas, con vaivenes espeluznantes, de espaldas como llanuras, y la piel de barro. De labios gruesos, suaves y delgados, de besar imperceptible, y en su momento imborrables, las hubo de sabores, asi como frescas, siempre dulces. Alguna oscura, usualmente palidas y siempre brillantes como el sol. Enmarañadas, deliciosamente afeitadas, de entrepiernas jugosas, y claro oceanos por mi amar. Las han habido elásticas, comodas y hasta un tanto large. Han sido algunas, menos de lo que crees, las indicadas, las necesarias. Sí Sandra, las hubo, las hay, pero tú, con esa forma de imponer la curvatura de tus cejas, con aquella magia que derramas al pasar girando tus muñecas junto con tu cabello, ese largo que me aniquila, me haces perder la cuenta, así alejada de lo lejos que estabas, y para mi ahora tan cerca, lo suficiente para olvidarme de las que hubieron porque Oh amor todas han tenido algo diferente, y tu, lo tienes todo, todo lo que he soñado de una mujer para mi, Sandra, se la última, porque ahora solamente existes tu.